O quizás ha pasado al contrario. La mayoría de veces no se en que orden llegan las tendencias a mi día a día, si fui tan trendsetter como para empezar algo que aun surgía como una idea difusa y luego poco a poco se convirtió en “lo más”; o si por el contrario he sido influenciada por esa tendencia ya latente como una más del ganado. Logicamente, a mi ego le gusta más la primera opción.
Pero de un modo u otro me encuentro a menudo en medio de estas modas, metida al 100%, y este es uno de esos casos. Hace algunos meses mi chico se compró un longboard y empezó a “surfear” las calles de Madrid de casa al trabajo y del trabajo a casa. Otro amigos se unieron y alguna que otra vez me vi siguiéndoles con mis patines de linea o esperándoles sobre la “manta de picnic” en algún rincón del Retiro.
Quienes me conocen saben que no soy de las que les gusta esperar o mirar, yo soy más de participar activamente en todo. Así que la idea de unirme a grupos tan molones como las “longboard girls Madrid“ o incluso a esa mini crew que se había formado entres 3 o 4 de nuestros amigos, cada vez me gustaba más.
La semana pasada me compré mi primer longboard. Después de una tarde de pruebas ya estaba rodando sola, y si, ya estaba encantada con mi nuevo hobby!
Ahora, como quien se compra un coche nuevo, solo veo skates y skaters por todas partes. Desde esta editora de Vogue América convertida en skater en 24 horas, hasta bloggers/modelos que van a los desfiles sobre su longboard como Hanneli Mustaparta. Y es que esto de ser skater no es solo una afición, es todo un estilo de vida, una tendencia que empieza a abrirse paso en todos los rincones del fashion system. Os dejo aquí una galería de imágenes que os harán entender a la perfección a lo que me refiero!









